Despido la campaña de comuniones 2020, un año con un protagonista añadido (Covid-19), que ha marcado el cómo y el cuando de éstas sesiones fotográficas. Ha sido todo un reto para mi y para los padres. Aún así, las sesiones nos han servido para liberar la tensión de éstos meses, disfrutar en familia y olvidarse por un rato de éste dichoso virus.

La pandemia nos ha enseñado verdaderamente que es lo importante de la vida, que da igual que los niños arruguen o manchen el vestido o el traje de sus comuniones, que no pasa nada si no hacemos una celebración por todo lo alto, que no pasa nada si solo invitamos a la familia más allegada, que de hecho eso es lo que nos importa que estén los que son y que sean los que están.


Pero eso, tengo que AGRADECER en mayúscula, que todos vosotros papás y mamás, mis clientes, han querido que hiciera mi trabajo. Todos querían tener sus fotos, y ahora más que nunca… La frase que ha marcado la campaña ha sido «parecía que éste momento no iba a llegar». He dado todo de mi para que disfrutáramos de esa tarde, aunque «nos sudara el bigotillo una mijilla».

¡MIS NIÑOS DE 2020 UNOS CAMPEONES, y sólo me queda decir… Gracias, gracias y mil gracias!